Cierra los ojos e imagina esta escena: tienes delante una lista interminable de cosas por hacer… Luego piensa que vas tachando cada una. ¿Cómo te sientes?
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Así lo señalan Francesca Gino y Bradley Staats, investigadores universitarios, quienes señalan que este estado puede volverse adictivo y ser, a la larga, causa de muchos problemas laborales. La razón es muy simple: la gente se concentra en los pendientes menos importantes, ya que son los que se pueden “tachar” más rápido. Si tú misma has experimentado algo similar, ya sabes porque vives ocupada pero no terminas nada.
Sin embargo, hay tres preguntas claves que debes hacerte para evitar caer en esta trampa psicológica:
1.- ¿CÓMO UTILIZAS EL TIEMPO LIBRE?
En la oficina, universidad o al manejar tu negocio. Si no aprovechas esos 30 minutos que te dejó esa reunión cancelada para avanzar con tus proyectos, sino que abres tuFacebook… te mantendrás ocupada hasta la medianoche. Repasa tus prioridades y enfócate.
2.- ¿QUÉ HAS LOGRADO RECIENTEMENTE?
Haz una breve lista de lo que pudiste adelantar versus lo que no. Sé honesta contigo y haz la prueba. Si la mayoría de lo que has podido completar no es urgente o significativo, es oportuno enderezar el rumbo.
3.- ¿QUÉ OBSTÁCULOS TIENES?
Finalmente, trata de identificar todo lo que se interpone en tu día. Puede ser desde tu mismo teléfono hasta una agenda mal organizada. El estar o no ocupada por horas, como ves, puede ser una realidad o pura ficción.
Ahora bien, para dejar de procrastinar solo debes ponerle intención y planificarte mejor.
por María Gabriela Cartaya
Imagen: Archivo Eme